Tan solo una semana

Tan solo una semana

Hoy comienza Julio, Por algún motivo es un día radiante de sol.

Quisiera presumir que es porque has llegado a destino y el cielo se abrió para recibirte.

Hace tan solo una semana me regalaste una confidencia. Dijiste que llegabas al final del recorrido…Yo, como tantas veces te dije, déjate de joder, pero interiormente sabía que esta vez, no bromeabas.

Ese jueves veintitrés, aprovechaste un momento en que estabas solo para expresar una frase tan seria y segura como letal.

(Aquí es donde comienza mi confesión), 

Yo, ya lo sabía. 

Me había levantado un día con mucha angustia y un numero en mi mente, Bajé las escaleras y le dije a mi esposa, En Octubre, cumplen sesenta años de casados, y no se si lleguen, Como no van a llegar, me dijo, no pienses así, Pero mi sagrada conexión me había alcanzado la respuesta.

Ese y solo ese, fue el motivo por el cual ante tu confesión, se habían encendido todas mis alarmas.

Al cortar la llamada, inmediatamente llamé a mis hermanas y las puse al tanto de la situación, les pedí que fueran a verlo, que se fijaran si precisaba asistencia médica y sobre todo, que previnieran lo que yo suponía se vendría.

Tuvieron miedo frente a mi descarnado y quirúrgico pedido de asistencia, ellas no veían lo que yo, Pero no es porque no se viera, es difícil cuando viviendo el día a día te acostumbras a ver a Superman, porque eso era nuestro viejo, con sus achaques y sus eternas sonrisas, aun en su retiro, jamas se había sacado la capa de superhéroe. 

No era solo el marido abnegado, era el padre amigo, el tío soporte, era el amor, el cariño, las historias de vida y nuestras tradiciones, eran los recuerdos recitados a diario, eran nuestros ancestros, el viejo era nuestra biblia, nuestro Dios, nuestro aliento, las recetas de cualquier comida aunque nunca se hubiera atrevido a cocinar siquiera un huevo. Era el aroma a pan casero y la mirada que podía ser dulce o severa, pero siempre firme, siempre cristalina y autentica. Era eso y era más, era todo y aun más que todo y agreguemos todo el tango del universo. Era erudito en todas las materias de la calle y de la vida y era el dueño del amor y la ternura, Por donde caminara dejaba su estela de Arminia y amor, de respeto constante y buena educación.

Seguramente tenía sus defectos como todo mortal y pudiera ser que dos o tres individuos en la vida tuvieran sus reservas frente a él, pero a decir verdad, demasiado pocos para el mundo que lo cobijaba.

Mis hermanas actuaron, se preocuparon por la severidad de mis palabras y de que pudiera llenarlo de miedos frente a la situación, pero cumplieron su rol, el que tantas veces hubieron realizado frente a los constantes achaques crónicos de nuestra madre, la que cada vez que era internada no sabíamos si volveríamos a verla, pero ella, siempre se encargaba de gambetearle a la muerte y ganarle por goleada.

La historia del viejo era otra. Nadie podía imaginar lo que vendría, justamente por su fortaleza espiritual, pero el toro que era venia ocultando una insuficiencia cardíaca de varios días que le fue descubierta y aquí es donde remarco mi único enojo, Mi vejo tenia aversión a los médicos, yo, su hijo, aversión a las malas decisiones del personal medico.

Los Argentinos, estamos acostumbrados a que la asistencia preferencial le sea otorgada solo a los que debieran ser funcionarios públicos pero no son ni públicos ni funcionales, solo impúdicos delincuentes esbirros de un sistema paralelo que nos ha llevado a este desmoronamiento moral que pareciera lógico y normal.

Mi viejo tenia todos los números para ser internado pero no, Lo enviaron a consulta ambulatoria y a esperar hasta el 27 de Junio por esa consulta.

Lo llamé por zoom el 27 a las 13:30 Hs y me dijo que estaba esperando a mis hermanas que lo llevarían a su revisión, escuché la voz de mi madre decir ya llegaron, entonces le dije anda tranquilo viejito, hablamos cuando regreses y me miró, me regaló una tierna sonrisa y respondió chau hijo, no hubo un hasta luego , eso es algo de lo que caí en cuenta después .

Mis hermanas lo llevaban al Carrillo y él, se bajó de camino, minga de enfrentar a la parca, las pelotas, se bajó unas cuadras antes y comenzó a caminar sus calles, donde seguramente necesitaba llevarse un poco de toda su porteñidad.

Por supuesto que no voy a caer en la demagogia de tratar de culpar a los culpables de todo de la partida de mi viejo. Mi viejo se fue a preparar la morada para que cuando nos toque, podamos vivir en un mundo mejor. Todos juntos, como en este mundo, por diferentes motivos, no hemos podido.

Por lo pronto nos ha dejado un inmenso legado, millones de historias familiares, interminables volúmenes de chistes y carcajadas para repartir.

Como bien dije en tu despedida, Formaste una gran familia, llena de nietos que tienen la misión de mantener la union y homenajear tu mesa grande.

Fuiste artífice de todos los logros familiares y de bancar todas mis cagadas.

Supiste más que nadie que apuntar con el dedo y acusar no es vivir.

Vivir es salir de los despojos y abrirse camino a los ponchazos aún perdiendo seres queridos en el intento.

Yo, crucé el charco despacio, porque ya no habría ese abrazo y ese beso confortante que nos llenara el alma.

En tu despedida solo hubo amor y un profundo respeto, Te fuiste en paz y entre sonrisas . No existió el trauma, el sufrimiento o el dolor.

Te fuiste como todos quisiéramos irnos, pero sin envidias, merecías partir de ese modo. Nos llenaste de una enorme paz en la congoja, Ahora, te vemos en cada esquina, escuchamos tus palabras, tus tangos son mucho más inmensos todavía.

Te amamos viejo., recién te fuiste, Pero  jamás desaparecerás en la memoria.

Chau Heriberto Siojrin de los ojos bicolor. El nieto de los fundadores del barrio, el firmante de todos los carnets de piola otorgados en la República Argentina cuando nuestra gente tenía educación y buena memoria.

Hasta Pronto papá.

                                                                                         Germán Siojrin